'Sea of Tranquility' | Reseña del libro de Emily St. John Mandel

La mayoría de los libros pueden ser descritos o definidos en una o dos frases. Pero Sea of Tranquility (titulado El mar de la tranquilidad en español) es mucho más complejo que la mayoría de los libros. Descrito como un libro de viajes en el tiempo por algunos, la novela de Emily St. John Mandel es una historia de vidas entrelazadas por una anomalía temporal que indudablemente no te dejará indiferente.

De qué trata Sea of Tranquility

La novela comienza con la historia de Edwin St. Andrew, un hombre de 18 años que en 1912 atraviesa el Atlántico para llegar a Canadá. Pero no se trata de un viaje de placer: su familia decidió enviarlo lejos después de haber expresado sus “problemáticas” opiniones ante una cena en sociedad. Vagando de población en población intentando encontrar su lugar, un día se siente atraído por la naturaleza canadiense y decide dar un paseo por un bosque. Ahí, vive una experiencia que lo marca para siempre: su visión se torna oscura y escucha las notas de un violín en una terminal de aeronaves.

En 2020, Mirella se encuentra en Nueva York y decide asistir al concierto del hermano de Vincent, una vieja amiga con la que había perdido el contacto años atrás, después de que el esposo de la segunda resultara ser un estafador y arruinara la vida de ambas. Durante el concierto, el hermano de Vincent muestra un extraño video grabado por su hermana años atrás, en el que se le ve caminando por un bosque cuando repentinamente ocurre una falla en la grabación, perdiendo la imagen por unos segundos mientras se escucha la música de un violín.

En el año 2203, la famosa escritora Olive Llewellyn se encuentra realizando una gira promocional de su último libro en el planeta Tierra. Originaria de la segunda colonia en la Luna, Olive ha escrito en su libro un extraño pasaje que conmueve y captura a sus lectores: un hombre toca el violín en el corredor de una terminal de aeronaves, cuando repentinamente un bosque comienza a materializarse alrededor de él, para luego desaparecer.

En el 2401, Gaspery-Jacques Roberts es entrenado y contratado como detective para investigar una anomalía temporal, que ha hecho que un grupo de científicos se pregunten si en realidad estamos viviendo en un simulación.

¿Qué tienen en común estas personas? ¿por qué ocurren cosas extrañas en ese bosque? ¿qué impacto sobre la línea del tiempo puede tener en la vida de los demás una simple conversación?

A través de una narrativa conmovedora, pero sobre todo humana, Sea of Tranquility es más que una novela sobre viajes en el tiempo, y su referencia a una pandemia en la historia captura con sensibilidad, realismo y sinceridad las emociones y complejidades de las personas.

¿Recomiendo leerlo?

Sí y más sí. Es mi primer libro de Emily St. John Mandel y puedo afirmar que soy admiradora de su trabajo. Su escritura es nostálgica y evocativa, pero sabe reflejar el sentir de sus personajes, ayudándote a empatizar con ellos (especialmente con una pandemia tan reciente como la que acabamos de vivir).

A lo largo de la historia hubo varios pasajes y fragmentos que me encantaron, pero dejo únicamente dos para evitar spoilers:

“I think, as a species, we have a desire to believe that we’re living at the climax of the story. It’s a kind of narcissism. We want to believe that we’re uniquely important, that we’re living at the end of history, that now, after all these millennia of false alarms, now is finally the worst that it’s ever been, that finally we have reached the end of the world.”
Creo que, como especie, tenemos el deseo de creer que estamos viviendo en el clímax de la historia. Es una especie de narcisismo. Queremos creer que somos excepcionalmente importantes, que estamos viviendo el final de la historia, que ahora, después de todos estos milenios de falsas alarmas, ahora es finalmente el peor que jamás haya existido, que finalmente hemos llegado al final del mundo.

This is the strange lesson of living in a pandemic: life can be tranquil in the face of death.
Esta es la extraña lección de vivir en pandemia: la vida puede estar tranquila frente a la muerte.

La novela nos invita a la reflexión y creo que el mensaje más potente podría resumirse en: simulación o no, fin del mundo o no, vivimos.